domingo, 26 de febrero de 2017

DIFERENDO MARITIMO

COMPÁS DE ESPERA

Ahora que ya terminaron los alegatos de Chile ante la Corte Internacional de Justicia  queda muy claro que la posición peruana es sólida, a contrario de la posición chilena, que no está sustentada en tratados, sino en acuerdos marítimos y de pesca que no tienen la jerarquía de los tratados limítrofes, esenciales para este caso.

Juan Augusto Benavides Estrada (1928-2015)
La posición chilena intenta convencer a los miembros del Tribunal de que un acuerdo pesquero es un tratado de límites, cuando este solo abarca cuestiones comerciales y de pesca, mas no, la demarcación del territorio marítimo. Tratando de justificar lo injustificable, han llegado al extremo de mostrar uno de los textos escolares más populares en las escuelas primarias de los años 80, la muy conocida Enciclopedia Escolar Escuela Nueva, sí, ese libro gordito que tal vez muchos de nosotros usamos cuando niños y cuyo sello más distintivo era su tapa, dividida en cuatro espacios y en el centro la silueta de un mapa del Perú enmarcado en un elipse. Pues resulta que en ese texto, en el capítulo dedicado a la geografía peruana, se señala -con gráfico incluido- que los límites marítimos con Ecuador y con Chile están trazados en lineas rectas horizontales, es decir, siguiendo la dirección de  los paralelos, desde la Boca de Capones en el norte, hasta  la linea del Hito N° 1 de La Concordia, al sur. Y como este libro estuvo refrendado por el Estado peruano a través de su ente, el  Ministerio de Educación y sus respectivos funcionarios de ese entonces, asumen que el Estado Peruano aceptaba que la frontera marítima con Chile era como aparecía en el referido texto escolar. Un error que muchos hicieron notar hace mucho, pero que nadie intentó remediar y que hoy está sirviendo de respaldo ala tesis chilena.





Pero un libro no tiene jamás mayor jerarquía que un tratado.

Los miembros del Tribunal ya han dejado entrever que para que un documento tenga valor como tratado de límites debe precisamente tener ese título Tratado de límites..... y no existe ningún documento similar suscrito entre nuestro gobierno y su par chileno. Por eso, solo nos queda esperar el dictamen final que será presentado el 2013, entre junio y setiembre a más tardar. Solo esperemos que, sea cual sea el veredicto, a favor, en contra o una decisión salomónica, Chile no se anime a patear el tablero y desconocer la competencia contenciosa de la Corte, y por aún, que pueda ser un pretexto para declarar una nueva guerra, que afectaría indudablemente la relaciones políticas y económicas entre ambos países.